Los niños/as con autismo pueden beneficiarse de una serie de terapias donde se refuerzan los comportamientos positivos y se reducen los desafiantes. En estas terapias aparecen disciplinas tan variadas como la logopedia, la terapia ocupacional o la terapia de integración sensorial.
Taller de manejo infantil en el agua con Cristina Almarza Moya, fisioterapeuta especialista en neurodesarrollo.
Cuando se trata de terapias para niños con autismo, suele recomendarse un enfoque multidisciplinar. El análisis conductual aplicado (ABA) es una terapia ampliamente investigada y basada en pruebas que se centra en la modificación de la conducta y el desarrollo de habilidades. Abarca diversas técnicas, como el entrenamiento en ensayos discretos, el entrenamiento en respuestas pivotales y el refuerzo positivo. El objetivo de la logopedia es mejorar la comunicación y el lenguaje, incorporando estrategias como los apoyos visuales, la comunicación aumentativa y alternativa (CAA) y las intervenciones de comunicación social.
La terapia ocupacional para el autismo se centra en el procesamiento sensorial, la motricidad fina y las actividades de la vida diaria mediante intervenciones estructuradas basadas en el juego. El entrenamiento en habilidades sociales se centra en mejorar las interacciones sociales, la toma de perspectiva y las habilidades de comunicación social. Es fundamental que un equipo de profesionales evalúe las necesidades específicas del niño y elabore un plan terapéutico individualizado. Tenga en cuenta que la información anterior es de carácter general y puede no ser adecuada para todos los niños con autismo. Siempre es recomendable consultar a profesionales sanitarios o especialistas que puedan evaluar las necesidades específicas del niño y recomendar las terapias más adecuadas.